LED Text Scroller

domingo, 25 de enero de 2009

FUERZA MUSCULAR RELATIVA

que se halla en relación con el peso corporal y es inversamente proporcional a éste.
Mientras el aumento del peso corporal debido al desarrollo mejorará la fuerza absoluta, podrá disminuir la relativa. Retrotrayéndonos a la fórmula precedente, se deduce que será la fuerza relativa la que intervenga en los ejercicios de fuerza velocidad, donde se requiere el desplazamiento rápido de masas corporales o de todo el cuerpo.
Esta distinción entre las formas de expresión de la fuerza, efectuada desde el punto de vista fisiológico, deriva de la capacidad de especialización de las células musculares y nerviosas; éstas están adaptadas a través del entrenamiento, por lo 'cual producen el máximo rendimiento más por un tipo de prestación que por otro.
Por otro lado, la especialización de las células puede ya hallarse en el atleta por dotación genética. La alta especialización deportiva seleccionará a los individuos más adaptados para lograr las diferentes prestaciones, que serán posteriormente mejoradas por el entrenamiento específico.
En cuanto se refiere a los ejercicios de fuerza, el entrenador deberá seleccionar aquellos ejercicios capaces de mejorar la cualidad necesaria al atleta en función de la disciplina practicada.
Las actividades deportivas requieren prestaciones de fuerza de tipo: velocidad (velocidad pura, lanzamien­tos, esgrima, fundamental en los juegos); prestaciones de fuerza absoluta o fuerza pura (levantamiento de pesas); prestaciones de fuerza-resistencia, en las cuales son mantenidos por largo tiempo niveles medios de fuerza (remo).
En función de la edad estas prestaciones de fuerza pueden ser desarrolladas como se indica en la (tabla 2).
La fuerza relativa (fuerza-velocidad) se podrá estimular en los jóvenes a partir de los 11-12 años. Es, en efecto, una capacidad constituida por diferentes componentes neuromusculares, entre los cuales prevalece la veloci­dad de contracción. Presenta, por tanto, su completa funcionalidad cuando el SNC ha alcanzado su plena madurez. Estudios recientes demuestran que esta función tiene su mayor desarrollo biológico en los años de la pubertad (12-15 años).
La fuerza absoluta (fuerza pura) se podrá entrenar después de los 16-17 años, cuando se haya completado la formación del sistema esquelético y muscular, y se haya alcanzado la total eficiencia de los aparatos respi­ratorio y cardiocirculatorio. De hecho, los ejercicios de fuerza pura podrían lesionar tales aparatos. Las edades aquí definidas son puramente indicativas, pues el trabajo de fuerza debe ser siempre individualiza­do según las características auxológicas, morfológicas, organom u scu ¡ares, técnicas y psíquicas del atleta. Aquí sólo se han querido dar unas indicaciones generales sobre la edad de desarrollo de las distintas prestaciones de fuerza, no queriendo discutir el parecer de otros autores (como Ulatowski, que considera como edad óptima para iniciar dicho tipo de trabajo los 18 años y más).
Si bien para algunas disciplinas deportivas es preciso estimular la fuerza-velocidad o la fuerza pura, característi­cas ligadas a cualidades estrictamente neuromusculares, para otras es necesario entrenar la fuerza-resistencia, que precisa también de una buena capacidad de resistencia orgánica.

No hay comentarios: